Who sang the original version of Candy Girl?

Maquillaje Básico para Principiantes

23/03/2025

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Adentrarse en el fascinante universo del maquillaje puede parecer un desafío al principio. Tantos productos, herramientas y técnicas que, honestamente, ¿por dónde empezar? Si eres nueva en esto y buscas una guía clara y sencilla para dar tus primeros pasos, has llegado al lugar correcto. Olvida la complejidad y enfócate en lo esencial. El maquillaje no tiene por qué ser complicado; puede ser una herramienta maravillosa para realzar tu belleza natural, experimentar y, sobre todo, divertirte. Esta guía te acompañará desde la preparación de la piel hasta los toques finales, explicándote cada paso de forma accesible para que construyas una base sólida en tu rutina de belleza. ¡Prepárate para descubrir el poder de una brocha y un poco de color!

Preparando la Piel: El Lienzo Perfecto

Antes de aplicar cualquier producto de color, el paso más crucial es la preparación de tu piel. Piensa en tu rostro como un lienzo: si el lienzo no está bien preparado, la obra de arte no lucirá igual. Una piel limpia, hidratada y protegida no solo hará que el maquillaje se aplique de manera más uniforme y dure más, sino que también es fundamental para la salud a largo plazo de tu cutis.

El primer paso es la limpieza. Utiliza un limpiador suave adecuado para tu tipo de piel para eliminar impurezas, exceso de grasa y cualquier residuo de productos anteriores. Aclara con agua tibia y seca tu rostro dando pequeños toques con una toalla limpia, sin frotar.

Who sang the original version of Candy Girl?
"Candy Girl" is the title of a hit single recorded in 1963 by the Four Seasons. Written by Larry Santos, it is the first original Four Seasons single composed by neither Bob Gaudio nor Bob Crewe. The writer, Larry Santos, would become a chart artist in his own right with 1976's "We Can't Hide It Anymore".

Luego, aplica un tónico si lo usas en tu rutina habitual. Esto ayuda a equilibrar el pH de la piel y prepararla para los siguientes pasos.

La hidratación es clave. Incluso si tienes piel grasa, necesitas hidratarla. Elige una crema hidratante que sea adecuada para tu tipo de piel (seca, mixta, grasa, sensible). Masajéala suavemente sobre el rostro y el cuello. Permite que la crema se absorba completamente durante unos minutos antes de continuar.

Finalmente, y quizás el paso más importante para proteger tu piel a diario, es el protector solar. Aplica un protector solar facial (SPF 30 o superior) incluso en días nublados. Algunos protectores solares actúan también como prebase, lo cual es genial.

Opcionalmente, puedes usar una prebase o primer. Las prebases crean una superficie más lisa, minimizan la apariencia de poros, controlan el brillo o añaden luminosidad, y ayudan a que el maquillaje se adhiera mejor y dure más. Elige una prebase según la necesidad principal de tu piel (hidratante, matificante, minimizadora de poros).

La Base y el Corrector: Unificando el Tono

La base de maquillaje tiene como objetivo unificar el tono de la piel y cubrir pequeñas imperfecciones, creando una apariencia uniforme. Es vital elegir el tono correcto. La mejor manera de probar una base es aplicarla en la línea de la mandíbula y ver cómo se funde con el tono de tu cuello y rostro bajo luz natural. Si desaparece o se integra sin dejar una línea visible, es tu tono.

Existen diferentes tipos de bases:

Tipo de BaseTexturaCoberturaIdeal para
LíquidaFluidaLigera a Media/AltaPiel normal a seca, madura
CremaEspesaMedia a AltaPiel normal a seca, que necesita más cobertura
PolvoFinaLigera a MediaPiel grasa, retoques, acabado mate
StickSólida/CremosaMedia a AltaCorrecciones puntuales, viajes
BB/CC CreamLigeraMuy Ligera a LigeraQuienes buscan algo natural, hidratación + color

Para aplicar la base, puedes usar tus dedos (calor ayuda a difuminar), una brocha específica para base (densas para más cobertura, menos densas para acabado natural) o una esponja húmeda (para un acabado más natural y jugoso). Empieza aplicando una pequeña cantidad en el centro del rostro y difumina hacia afuera (frente, nariz, mejillas, barbilla), asegurándote de llegar a la línea del cabello y la mandíbula para evitar "máscaras".

El corrector se utiliza para camuflar imperfecciones específicas que la base no cubrió por completo, como ojeras, granitos o rojeces. Elige un corrector que sea uno o dos tonos más claro que tu base para la zona de la ojera (esto ayuda a iluminar) y del mismo tono que tu base para cubrir granitos. Aplica una pequeña cantidad directamente sobre la imperfección y difumina suavemente con el dedo anular (que tiene menos fuerza) o una brocha pequeña y densa. Para las ojeras, aplícalo en forma de triángulo invertido debajo del ojo y difumina hacia abajo y hacia afuera.

El Maquillaje de Ojos: Mirada Impactante

Los ojos son el espejo del alma, y un poco de maquillaje puede hacer que tu mirada destaque. Para principiantes, lo ideal es empezar con looks sencillos y tonos neutros que sean fáciles de trabajar y perdonen errores.

Comienza aplicando una prebase de ojos o un poco de corrector sobre el párpado móvil. Esto unifica el tono del párpado, ayuda a que las sombras se adhieran mejor y evita que se acumulen en el pliegue.

Para un look básico de día, elige una paleta con tonos neutros (beige, marrón claro, topo). Aplica un color claro o tono piel sobre todo el párpado móvil. Luego, con un tono ligeramente más oscuro y una brocha de difuminar, marca la cuenca del ojo (la zona hundida justo encima del párpado móvil) con movimientos de vaivén o circulares para dar profundidad. Puedes añadir un toque de un color más claro y brillante en el lagrimal para iluminar la mirada.

El delineado puede ser intimidante, pero empezar con un lápiz de ojos marrón oscuro o negro en la línea de las pestañas superiores es más fácil que un delineador líquido. Traza una línea lo más cerca posible de la raíz de las pestañas. Si no queda perfecta, puedes difuminarla suavemente con una brocha pequeña o un hisopo de algodón para un efecto más suave.

La máscara de pestañas es esencial para abrir la mirada. Rizalas si lo deseas y aplica una o dos capas de máscara desde la raíz hasta las puntas, haciendo un ligero movimiento en zigzag para separar las pestañas y evitar grumos.

No olvides las cejas. Rellenarlas ligeramente con un lápiz o sombra de cejas de un color similar al tuyo puede enmarcar el ojo y dar definición al rostro. Péinalas primero hacia arriba y luego rellena los huecos con trazos cortos imitando el vello natural. Fíjalas con un gel transparente o con color.

Colorete, Bronceador e Iluminador: Dando Dimensión

Una vez unificado el tono con la base, el rostro puede parecer plano. El colorete, el bronceador y el iluminador son clave para devolverle vida y dimensión.

El colorete (o rubor) añade un toque saludable de color a las mejillas. Sonríe y aplica el colorete en las manzanas de tus mejillas, difuminando hacia la sien. Elige un tono que complemente tu tono de piel (rosas o melocotones para pieles claras, tonos más intensos o terracota para pieles medias a oscuras). Puede ser en polvo, crema o líquido.

El bronceador se usa para dar un aspecto bronceado natural y esculpir ligeramente el rostro. Aplícalo en las zonas donde el sol te daría naturalmente: la parte superior de la frente, los pómulos (justo debajo del hueso), la mandíbula y el puente de la nariz. Difumina bien para que no queden líneas marcadas. Evita los bronceadores con demasiado brillo para el contorno.

El iluminador (highlighter) se usa para resaltar los puntos altos del rostro y añadir luminosidad. Aplícalo en la parte superior de los pómulos, el puente de la nariz, el arco de cupido (encima del labio superior) y bajo el arco de la ceja. Puede ser en polvo, crema o líquido. Usa poca cantidad; el objetivo es un brillo sutil, no purpurina.

Labios: El Toque Final

Los labios pueden ser el foco principal o el complemento perfecto de tu look. Para empezar, mantén tus labios hidratados usando un bálsamo labial.

Puedes usar un perfilador de labios para definir el contorno y evitar que el labial se corra. Elige un perfilador del mismo color que tu labial o transparente.

Elige un labial en el color que desees. Las opciones son infinitas: desde un bálsamo con color para un look natural, pasando por labiales cremosos e hidratantes, hasta labiales líquidos mate de larga duración. Para el día a día, los tonos nude, rosas o melocotón suelen ser aciertos seguros. Para la noche o una ocasión especial, puedes atreverte con rojos, burdeos o fucsias.

Aplica el labial directamente del tubo, con una brocha para mayor precisión o con el dedo para un efecto más difuminado y natural.

Sellando tu Look: Duración Garantizada

Una vez que hayas terminado de aplicar todo el maquillaje, querrás asegurarte de que dure el mayor tiempo posible. Aquí es donde entra el sellador.

Si usaste bases o correctores cremosos o líquidos, sellar con polvos traslúcidos o del color de tu piel ayudará a fijar el maquillaje y controlar el brillo, especialmente en la zona T (frente, nariz, barbilla). Usa una brocha grande y esponjosa o una borla, aplicando los polvos con ligeros toques, no arrastrando.

Un spray fijador es otro gran aliado. Rocía el spray fijador sobre tu rostro a una distancia prudencial (unos 20-30 cm) con los ojos y la boca cerrados. Esto ayuda a que todas las capas de maquillaje se fusionen, elimina el aspecto empolvado y extiende la duración del maquillaje.

Preguntas Frecuentes para Principiantes

¿Cuál es el orden correcto para aplicar el maquillaje?

Aunque hay algunas variaciones, un orden común y efectivo es: Limpieza, Hidratación, Protector Solar, Prebase, Base de Maquillaje, Corrector, Maquillaje de Ojos (sombras, delineador, máscara), Cejas, Colorete, Bronceador, Iluminador, Perfilador de Labios, Labial, Polvos Selladores, Spray Fijador.

¿Cómo elijo la base de maquillaje adecuada para mi tono de piel?

Prueba la base en la línea de la mandíbula bajo luz natural. El tono correcto se fundirá con tu piel sin dejar una línea visible. Considera también tu subtono (cálido, frío o neutro) para una mejor coincidencia.

¿Necesito muchas brochas para empezar?

No, puedes empezar con unas pocas brochas esenciales: una para la base (si no usas esponja o dedos), una para polvos/colorete, una o dos para sombras de ojos (una plana para aplicar, una de difuminar) y quizás una pequeña para corrector. Muchos kits para principiantes ofrecen una buena selección básica.

¿Cómo limpio mis herramientas de maquillaje?

Es vital limpiar regularmente tus brochas y esponjas para evitar la acumulación de bacterias y producto. Puedes usar un limpiador específico para brochas o un jabón suave (como jabón neutro o champú de bebé) con agua tibia. Lávalas, enjuaga bien y déjalas secar al aire sobre una toalla, idealmente con las cerdas hacia abajo para que el agua no dañe el pegamento.

¿Qué hago si mi maquillaje se ve acartonado o pesado?

Esto puede deberse a usar demasiado producto o a una mala preparación de la piel. Asegúrate de hidratar bien tu piel. Aplica la base y el corrector en capas finas y difumina muy bien. Usa polvos selladores solo donde sea necesario (zona T) y aplica el spray fijador al final para ayudar a que el maquillaje se vea más natural.

Conclusión: La Práctica Hace al Maestro

Empezar en el mundo del maquillaje es un viaje de aprendizaje y experimentación. No te frustres si los primeros intentos no salen perfectos. La clave está en la práctica. Dedica tiempo a probar productos, texturas y técnicas. Mira tutoriales (hay muchos creados por maquilladores profesionales o entusiastas), lee artículos como este y, sobre todo, diviértete en el proceso.

Recuerda que el maquillaje es una herramienta para sentirte bien contigo misma, no una obligación. Úsalo para realzar lo que ya amas de ti y para experimentar con diferentes looks según tu estado de ánimo o la ocasión. Con estos pasos básicos, ya tienes una excelente base para empezar a crear tus propios looks. ¡Anímate a practicar y a descubrir el poder transformador del maquillaje!

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