22/10/2024
Julio Argentino Roca, nacido el 17 de julio de 1843 en San Miguel de Tucumán, es recordado como una de las figuras más influyentes en la historia argentina. Fue dos veces Presidente de la Nación, gobernando durante los períodos 1880-1886 y 1898-1904. Su vida y extensa carrera política fueron determinantes para la consolidación del Estado argentino y la modernización del país en una etapa crucial de su desarrollo.

El camino de Roca hacia la prominencia comenzó temprano. Fue el tercero de nueve hijos de Agustina Paz y José Segundo Roca. Tras el fallecimiento de su madre a los 12 años, continuó su educación en el Colegio de Concepción del Uruguay, una institución de gran prestigio en la Confederación Argentina. Allí, demostró aptitudes tanto académicas como militares, lo que lo llevó a participar en la Batalla de Cepeda con tan solo 16 años, defendiendo los intereses de la Confederación.
Una Distinguida Carrera Militar
La trayectoria militar de Roca fue vasta y llena de logros. Ascendió rápidamente en el escalafón, alcanzando el rango de General de Ejército a la temprana edad de 31 años. Participó activamente en conflictos fundamentales para la consolidación nacional, como la Guerra de la Triple Alianza contra Paraguay, un conflicto que demandó un gran esfuerzo del país. Además, intervino en diversas campañas internas destinadas a sofocar las rebeliones federales que amenazaban la unidad nacional.
Su profunda preocupación por establecer el orden y promover la profesionalización dentro de las fuerzas armadas lo impulsó a liderar una de las acciones militares más significativas de su carrera: la Campaña del Desierto en 1879. Esta campaña tuvo como objetivo central expandir y afirmar la soberanía argentina sobre la vasta región patagónica, logrando consolidar el territorio nacional y estableciendo la presencia efectiva del Estado en áreas hasta entonces poco controladas.
Primer Mandato Presidencial (1880-1886): La Era de la Modernización
El éxito en la Campaña del Desierto y su clara visión de progreso, orden y centralización del poder estatal lo posicionaron como un candidato presidencial de gran peso. En 1880, con el fuerte respaldo del Partido Autonomista Nacional (PAN), Julio Argentino Roca asumió por primera vez la presidencia de la nación. Su primer mandato, que se extendió hasta 1886, estuvo marcado por la implementación de un conjunto ambicioso de políticas que buscaron transformar a Argentina en una nación moderna y próspera.
Políticas Clave de su Primer Gobierno
Durante estos años, Roca emprendió reformas estructurales que sentaron las bases del modelo agroexportador argentino. Unificó el sistema monetario del país, una medida crucial para facilitar el comercio y la inversión. Puso en marcha un vasto plan de obras públicas que incluyó la construcción de infraestructura vital como puertos, que agilizaron la exportación de productos primarios; ferrocarriles, que integraron económicamente las distintas regiones del país y conectaron las áreas productivas con los puertos; y numerosos edificios públicos, que fortalecieron la presencia del Estado.

En el ámbito educativo, continuó y profundizó la labor iniciada por su predecesor, Domingo Faustino Sarmiento, con el objetivo de reducir drásticamente el analfabetismo. Promovió activamente la educación laica y buscó separar las funciones del Estado de la influencia de la Iglesia, sentando las bases del sistema educativo moderno argentino. Además, llevó a cabo una importante reorganización territorial, creando nuevas provincias y territorios nacionales, expandiendo la geografía política del país y afirmando la presencia estatal en regiones clave como Misiones, Formosa, Chaco, La Pampa, y otros en la vasta región patagónica.
Segundo Mandato Presidencial (1898-1904): Consolidación y Desafíos
Julio Argentino Roca regresó a la Presidencia en 1898, encontrando un país que, si bien había experimentado una notable transformación bajo su primer gobierno y el de sus sucesores, también enfrentaba nuevas tensiones sociales y políticas derivadas del crecimiento económico y la inmigración masiva. En su segundo período de gobierno, Roca continuó fortaleciendo las estructuras del Estado y las instituciones nacionales.
Reformas y Logros de su Segundo Gobierno
Durante su segundo mandato, Roca se enfocó en la modernización de las fuerzas armadas, creando instituciones fundamentales como la Escuela Superior de Guerra, destinada a la formación de oficiales de alto nivel, y el Puerto Militar, una infraestructura estratégica para la defensa naval del país. En política exterior, uno de sus logros más destacados fue la firma de los Pactos de Mayo con Chile en 1902. Estos acuerdos fueron cruciales para resolver pacíficamente los conflictos limítrofes pendientes entre ambos países, evitando una posible confrontación armada y consolidando la paz en la región.
Implementó reformas internas significativas, como la Ley Richieri de conscripción obligatoria, que profesionalizó aún más al ejército y garantizó su capacidad de movilización. También llevó adelante la ley de Conversión Monetaria, buscando estabilizar la economía. Continuó avanzando en la organización y equipamiento del Ejército y la Marina, consolidando a Argentina como una potencia regional.
Legado y Construcción del Estado Moderno
Julio Argentino Roca es ampliamente reconocido como un forjador fundamental del Estado argentino moderno. Su visión política, profundamente influenciada por los ideales de la Generación del 80, promovió un modelo de orden liberal en lo económico, favoreciendo la integración del país en el mercado mundial como productor de materias primas. Paralelamente, defendió un modelo de administración estatal fuerte, centralizada y eficiente, capaz de imponer el orden en todo el territorio nacional y llevar adelante los planes de modernización.
Su impacto en la transformación de Argentina en una nación próspera y moderna durante la llamada 'Edad de Oro' es innegable. Sus políticas sentaron las bases del modelo agroexportador que impulsó un crecimiento económico sin precedentes. Su influencia en la configuración del Estado, la organización política y las instituciones nacionales fue profunda y duradera. Falleció el 19 de octubre de 1914 en Buenos Aires, dejando una huella imborrable en la historia argentina.

La Presencia de Roca en Casa Rosada
La importancia histórica de Julio Argentino Roca se manifiesta en varios espacios de la Casa Rosada, sede del gobierno argentino. En el Hall de Honor, también conocido como Salón de los Bustos de la Casa de Gobierno, se encuentra un busto que rinde homenaje a su figura.
Además, en el Salón de los Próceres, un espacio dedicado a destacar a las personalidades más relevantes de la historia argentina, se emplaza un cuadro que resalta su importancia para el país.
El Museo Casa Rosada también alberga testimonios de su paso por la presidencia. Allí se exhibe el cuadro “Retrato al Presidente Julio A. Roca”, una obra en óleo sobre tela de 130 x 94 cm, realizada por Rafael Del Villar en 1937. Asimismo, en este museo se puede encontrar un objeto personal que perteneció al Presidente: un neceser de viaje. Este conjunto, de manufactura inglesa, consta de 42 piezas destinadas al cuidado y aseo personal, y ostenta el monograma J.A.R., un detalle que conecta directamente con la figura del ex presidente.
Detalles Personales y Familiares
Además de su intensa vida pública, Julio Argentino Roca tuvo una familia. Su esposa fue Clara Funes de Roca, cuyo nombre de nacimiento era Clara Dolores del Corazón de Jesús Funes y Díaz. Nació en Córdoba, Argentina, el 29 de marzo de 1849 y falleció en Buenos Aires el 2 de mayo de 1890. Hija de Tomás Funes y Eloísa María de las Mercedes Díaz, Clara Funes fue la primera dama de Argentina durante el primer mandato de su esposo. Era, además, cuñada de Miguel Juárez Celman, quien también llegaría a la presidencia, y hermana de Elisa Funes.
Sepultura
Julio Argentino Roca está sepultado en el panteón de la familia Roverano. Este es el lugar final de descanso para una de las figuras políticas más relevantes de Argentina.

El Monumento a Roca en Buenos Aires: Entre Homenaje y Controversia
Uno de los testimonios materiales más visibles del legado de Julio Argentino Roca en la Ciudad de Buenos Aires es el monumento dedicado a su figura. La escultura principal de este monumento representa a Julio A. Roca montado sobre un caballo, vestido con uniforme militar y empuñando su espada. Se alza sobre un basamento que incluye dos alegorías significativas.
La alegoría posterior simboliza el trabajo; sostiene en una mano la bandera nacional y se apoya en la otra sobre un arado, representando la labor productiva que impulsó el desarrollo del país. La alegoría frontal representa a la Patria, identificada como la República Argentina; lleva una lanza en la mano derecha y una espada en la izquierda, apoyando el antebrazo en el escudo nacional. El monumento cuenta con inscripciones, incluyendo la firma del artista, J.L Zorrilla de San Martín, y la fundición, Radaelli y Gemelli. En la leyenda frontal del basamento se lee simplemente: «Roca».
En cuanto a sus dimensiones, las figuras de bronce tienen aproximadamente 5 metros de altura. El basamento se compone de una base inferior de mampostería revestida de granito de aproximadamente 5 metros y una base superior de mampostería también revestida en granito de aproximadamente 9 metros de altura. La altura total del conjunto es de aproximadamente 14 metros. El monumento no posee placas adicionales más allá de las inscripciones mencionadas.
Controversias en Torno al Monumento
A pesar de ser concebido como un homenaje, el monumento a Julio Argentino Roca ha sido objeto de significativas controversias, especialmente en la primera década del siglo XXI. Diversos pueblos originarios y sus representantes han presentado reiterados pedidos ante la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires para que el monumento sea trasladado de su ubicación actual.
El historiador y escritor anarquista Osvaldo Bayer impulsó una campaña pública denominada “Desmonumentar”. El objetivo declarado de esta campaña era “terminar con el endiosamiento del genocidio” y promover la remoción de los monumentos dedicados a Roca, así como el cambio de nombre de todas las calles que llevan su nombre. Bayer presentó un proyecto de ley ante la Legislatura porteña proponiendo el traslado del monumento a las “tierras bonaerenses recibidas por Roca como premio a su matanza” y su reemplazo por un monumento dedicado a la mujer de los pueblos originarios. En los fundamentos de este proyecto de ley, se hacía referencia explícita a Roca como un “genocida-presidente”.
La controversia llegó a instancias de audiencia pública, donde se presentaron argumentos tanto a favor del traslado como en defensa del monumento. En defensa de su permanencia, se argumentó desde una mirada patrimonial que no se aconsejaba el traslado de este tipo de obras. Se destacó, además, que el monumento es considerado uno de los grupos ecuestres “más logrados de la ciudad”, realizado por un artista uruguayo de la reconocida trayectoria de Zorrilla de San Martín. Finalmente, a pesar de la campaña y los pedidos, el proyecto de ley para trasladar el monumento no fue aprobado.

El monumento a Roca se ha convertido, a raíz de estas controversias, en un lugar habitual de convocatoria para protestas y contrafestejos, particularmente en aniversarios como el 12 de octubre, fecha relacionada con la llegada de Colón a América y que ha adquirido un significado particular en el contexto de los reclamos de los pueblos originarios.
Preguntas Frecuentes sobre Julio Argentino Roca
¿Qué fue lo más importante que hizo Julio Argentino Roca?
Basándonos en la información proporcionada, lo más importante que hizo Julio Argentino Roca abarca varios aspectos fundamentales de la historia argentina. Militarmente, lideró la Campaña del Desierto en 1879, que consolidó el territorio nacional y afirmó la soberanía sobre la Patagonia. Como presidente, implementó políticas que modernizaron el país, incluyendo la unificación monetaria, un vasto plan de obras públicas (puertos, ferrocarriles), la promoción de la educación laica y la creación de nuevas provincias. También fortaleció las instituciones militares y, en su segundo mandato, firmó los Pactos de Mayo con Chile, resolviendo conflictos limítrofes y asegurando la paz.
¿Dónde está sepultado Julio Argentino Roca?
Julio Argentino Roca está sepultado en el panteón de la familia Roverano.
¿Cómo se llama la esposa de Julio Argentino Roca?
La esposa de Julio Argentino Roca se llamaba Clara Funes de Roca, cuyo nombre completo era Clara Dolores del Corazón de Jesús Funes y Díaz.
¿Qué es el monumento a Roca en Buenos Aires?
El monumento a Roca en Buenos Aires es una escultura que representa a Julio Argentino Roca a caballo, acompañado por alegorías que simbolizan el trabajo y la Patria. Se encuentra en la ciudad y ha sido objeto de controversias y debates públicos debido a su figura histórica.
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