¿Qué técnicas de maquillaje hay?

Domina las Técnicas Clave de Maquillaje

07/03/2025

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El maquillaje es un arte que permite realzar nuestra belleza natural, expresar nuestra personalidad y sentirnos más seguras. Pero para lograr resultados profesionales y adaptar tu look a cada ocasión, es fundamental conocer las técnicas adecuadas. Más allá de simplemente aplicar productos, dominar ciertas metodologías puede transformar por completo el acabado de tu maquillaje. Si estás comenzando en este fascinante mundo o buscas perfeccionar tus habilidades, este artículo es para ti. Te guiaremos a través de las técnicas esenciales que todo amante del maquillaje debería conocer.

¿Cómo se clasifica el maquillaje?
Agrupamos el maquillaje en las siguientes categorías: Labios, Rostro, Mejillas, Brillo, Herramientas, Máscara/Delineador, Sombras, ¡y no podíamos olvidarnos de... las uñas ! Mantener todos los artículos de la misma categoría juntos no solo facilita mucho la preparación, sino que también te asegura no comprar lo que ya tienes. ¡Todos ganan!

La Base de un Maquillaje Perfecto: Preparación de la Piel

Antes de sumergirte en cualquier técnica de maquillaje, hay un paso indispensable que garantiza un resultado impecable y duradero: la preparación de la piel. Ignorar este paso es como pintar sobre un lienzo sucio o irregular. Una piel bien preparada no solo hace que el maquillaje se aplique de manera más uniforme, sino que también prolonga su duración y mejora su apariencia general.

El primer paso es la limpieza. Asegúrate de que tu rostro esté completamente libre de residuos de maquillaje anterior, suciedad o exceso de grasa. Utiliza un limpiador suave adecuado a tu tipo de piel y aclara bien con agua. Una piel limpia es la base para que los productos se adhieran correctamente.

Luego, la hidratación es clave. Aplica tu crema hidratante habitual. Una piel hidratada luce más jugosa, rellena y minimiza la apariencia de líneas finas. Además, crea una superficie lisa para la aplicación de la base.

Finalmente, considera un primer o prebase. Aunque la fuente no lo menciona explícitamente, es un complemento ideal a la base. El primer ayuda a alisar la textura de la piel, minimizar poros, controlar brillos y mejorar la adherencia de la base, haciendo que el maquillaje dure mucho más tiempo.

Una vez que la piel está limpia, hidratada y, si lo deseas, con primer, es el momento de aplicar la base de maquillaje. Elige una base que se adapte a tu tono y tipo de piel. Puedes aplicar una o dos capas según la cobertura que necesites, difuminándola bien para un acabado natural.

Técnica de Maquillaje Baking (Horneado)

El "Baking" es una técnica popularizada por maquilladores profesionales y celebridades, ideal para sellar el corrector y la base en áreas específicas del rostro, logrando una cobertura extra y una durabilidad excepcional. Es especialmente efectiva para minimizar la apariencia de ojeras, líneas finas y otras imperfecciones, dejando un acabado liso y mate.

La idea detrás del Baking es aplicar una cantidad generosa de polvo traslúcido sobre las áreas donde se ha aplicado corrector (generalmente debajo de los ojos, en la zona T, el mentón) y dejar que el calor natural del rostro "hornee" o fije los productos líquidos o cremosos debajo. Esto crea una capa duradera y resistente.

¿Cómo aplicar la técnica de Baking?

  1. Después de aplicar tu base de maquillaje, aplica corrector en las zonas que deseas cubrir o iluminar (ojeras, manchas, alrededor de la nariz, etc.).
  2. Difumina muy bien el corrector con una brocha o esponja húmeda hasta que se integre perfectamente con la base y la piel. No debe haber cortes.
  3. Con una esponja de maquillaje húmeda o una brocha tupida, aplica una cantidad generosa de polvo traslúcido en las mismas áreas donde aplicaste el corrector. La clave es depositar el polvo, no difuminarlo de inmediato.
  4. Deja que el polvo "actúe" o "hornee" sobre la piel durante unos 10 a 15 minutos. Durante este tiempo, puedes continuar maquillando otras áreas como los ojos o las cejas.
  5. Pasado el tiempo, utiliza una brocha grande y suave para retirar suavemente el exceso de polvo de las áreas donde lo aplicaste.

El resultado es una piel sellada, con imperfecciones minimizadas y una mayor resistencia al paso de las horas. Es perfecta para eventos largos o para pieles que tienden a engrasar ciertas zonas.

Técnica de Maquillaje Contouring (Contorneado)

El Contouring, o contorneado, es quizás una de las técnicas más revolucionarias de los últimos años. Su objetivo es esculpir y definir los rasgos faciales mediante el uso estratégico de luces y sombras. Al aplicar tonos oscuros en áreas que deseas "hundir" o disimular, y tonos claros en las que quieres resaltar o "sacar", puedes modificar visualmente la forma de tu rostro, nariz, pómulos o mandíbula.

La clave está en entender la estructura ósea de tu rostro y cómo la luz interactúa con ella. Los productos de contorno (bronceadores, polvos o cremas oscuras) crean sombras, mientras que los iluminadores o correctores claros crean puntos de luz.

Pasos básicos para el Contouring:

  1. Identifica las áreas a sombrear: Generalmente son debajo de los pómulos (siguiendo la línea desde la oreja hacia la comisura de la boca), a lo largo de la línea de la mandíbula, en las sienes y a los lados del tabique de la nariz. Aplica tu producto de contorno (uno o dos tonos más oscuro que tu piel).
  2. Identifica las áreas a iluminar: Son las que naturalmente captan la luz. Típicamente el centro de la frente, el tabique de la nariz, el arco de cupido (encima del labio superior), el mentón y la parte alta de los pómulos. Aplica un producto más claro o un iluminador mate.
  3. El paso crucial es difuminar. Con brochas o esponjas limpias, integra perfectamente los tonos oscuros y claros para que no haya líneas evidentes. El objetivo es crear una transición suave y natural que simule sombras y luces reales en el rostro.

El resultado de un buen contouring es un rostro con rasgos más definidos y estilizados. Puedes adaptar la intensidad según si buscas un look sutil para el día a día o uno más dramático para la noche.

¿Cuáles son las 3 C del maquillaje?
Los imprescindibles para un look de maquillaje rápido de Vogue Al buscar estos elementos esenciales, tenga en cuenta las tres C: tez (para una base luminosa y de tono uniforme), pestañas rizadas (para ojos abiertos) y un toque de color de un rubor en crema que puede usarse también como sombra de ojos, o incluso un rubor de labios "recién besado" .

Técnica de Maquillaje Draping

El Draping es una técnica que recupera el protagonismo del rubor para esculpir el rostro. A diferencia del contouring tradicional que usa tonos tierra o fríos, el Draping utiliza diferentes tonalidades de rubor para dar forma a las mejillas y pómulos, aportando un aspecto fresco y vital.

Se basa en la idea de aplicar rubor de forma estratégica para crear dimensión. Necesitarás dos tonos de rubor dentro de la misma gama de color: uno más oscuro para definir y uno más claro para realzar.

¿Cómo aplicar la técnica de Draping?

  1. Comienza con el tono de rubor más oscuro. Aplícalo justo debajo de los pómulos o en la zona alta de los mismos, dependiendo del efecto que busques (definición o elevación). No apliques demasiada cantidad al principio.
  2. Difumina bien el tono oscuro, asegurándote de que no quede una línea marcada.
  3. Ahora, toma el tono de rubor más claro. Aplícalo justo encima del tono oscuro, extendiéndolo hacia las sienes o la manzana de las mejillas.
  4. Con una brocha limpia, difumina ambos tonos con movimientos circulares o ascendentes para que se mezclen suavemente. El objetivo es una transición fluida entre los dos colores de rubor, creando un efecto degradado que da dimensión.

Tonos como el melocotón, el coral y los rosados en sus diferentes intensidades suelen funcionar muy bien para esta técnica y se adaptan a la mayoría de los tonos de piel, aportando un rubor saludable y un lifting visual instantáneo.

Técnica de Maquillaje Strobing

Si el Contouring se basa en luces y sombras, el Strobing se centra exclusivamente en la luz. Esta técnica busca realzar las áreas del rostro que naturalmente captan la luz, utilizando productos iluminadores. El resultado es un look radiante, jugoso y con un aspecto de piel saludable y luminosa, sin la definición intensa que aporta el contorno.

Es una técnica más sencilla que el contouring porque no requiere la aplicación de sombras oscuras, solo puntos estratégicos de luz.

Pasos para el Strobing:

  1. Identifica los puntos altos de tu rostro donde la luz incide naturalmente: la parte superior de los pómulos, el arco de las cejas (justo debajo o encima), el lagrimal, el tabique y la punta de la nariz, el arco de Cupido (encima del labio superior) y el centro de la frente o el mentón (opcional).
  2. Aplica tu producto iluminador (en crema, líquido o polvo) en estos puntos específicos. Puedes usar una brocha pequeña o tus dedos para mayor precisión.
  3. Difumina suavemente el iluminador para integrarlo con el resto del maquillaje, evitando que queden líneas o parches. El objetivo es que la luz parezca venir de dentro de la piel.

El Strobing es ideal para pieles secas o normales que buscan un extra de luminosidad. Si tienes piel grasa, es mejor usar iluminadores en polvo y evitar la zona T, o centrarte solo en los pómulos y el arco de Cupido.

Técnica de Maquillaje Whisking

La técnica de Whisking es quizás la más creativa y flexible de todas, ya que se basa en la experimentación y la personalización. Consiste en mezclar dos o más productos de maquillaje diferentes para crear nuevas texturas, tonos o efectos. Es perfecta para adaptar productos que ya tienes a necesidades específicas o simplemente para innovar en tu rutina.

La belleza del Whisking reside en su versatilidad. Puedes mezclar productos para ajustar un color, mejorar la durabilidad, cambiar un acabado (de mate a brillante, por ejemplo) o incluso crear un producto completamente nuevo a partir de otros.

Ejemplos de mezclas populares en Whisking:

  • Base oscura + Base clara: Ideal para encontrar tu tono perfecto de base, especialmente si tu tono de piel varía con las estaciones o si no encuentras una base que se ajuste exactamente a ti. Mezcla en el dorso de tu mano hasta lograr el color deseado.
  • Base de maquillaje + Sombra de ojos en polvo: Puedes crear un delineador de ojos líquido o una sombra de ojos cremosa y de larga duración mezclando un poco de base o primer de ojos con una sombra en polvo.
  • Labial mate + Gloss: Transforma un labial mate en uno con acabado brillante o crea un efecto ombré mezclando un labial mate con un toque de gloss transparente o de color.
  • Labial + Corrector: Mezclar un labial con un corrector (generalmente claro) puede suavizar el tono del labial, darle un acabado más cremoso o crear tonos nude personalizados.
  • Iluminador + Corrector: Mezclar un corrector con un iluminador (líquido o en crema) puede ser efectivo para iluminar la zona de la ojera mientras corriges el tono, logrando un aspecto más despierto.

El Whisking te invita a ser tu propia maquilladora y a experimentar. Siempre prueba una pequeña cantidad primero para ver el resultado antes de aplicarlo en el rostro.

Comparando las Técnicas: ¿Cuál Usar y Cuándo?

Con tantas técnicas a tu disposición, es natural preguntarse cuándo aplicar cada una. Aunque la práctica es la mejor guía, aquí te damos una idea general de sus usos principales:

  • El Baking es tu aliado para eventos largos, fotos o si tienes problemas de ojeras marcadas o líneas finas que quieres disimular y sellar por horas. Es ideal para asegurar que el corrector no se mueva.
  • El Contouring es perfecto cuando deseas redefinir la estructura de tu rostro. Úsalo para afinar una nariz, marcar pómulos, suavizar una mandíbula prominente o acortar visualmente una frente. Es muy versátil y se adapta a looks de día (sutil) o de noche (más marcado).
  • El Draping es una alternativa más fresca y suave al contouring, ideal para dar vida y dimensión al rostro usando solo rubor. Es excelente para looks primaverales o veraniegos, o cuando quieres un efecto "lifting" natural y saludable en las mejillas.
  • El Strobing es la técnica para ti si buscas un brillo saludable y un aspecto de piel jugosa y radiante. Olvida las sombras y concéntrate en destacar los puntos altos de tu rostro con luz. Es rápido y efectivo para un boost de luminosidad.
  • El Whisking no es una técnica de acabado en sí misma, sino una herramienta de personalización. Úsala siempre que necesites adaptar un producto, crear un tono específico o experimentar con texturas y acabados.

Muchas veces, estas técnicas se complementan entre sí. Por ejemplo, puedes hacer un Contouring suave y luego añadir Strobing en los puntos más altos, o usar Baking para sellar y luego aplicar Draping en las mejillas. La clave es experimentar y ver qué funciona mejor para ti y para la ocasión.

Preguntas Frecuentes sobre Técnicas de Maquillaje

¿Puedo combinar varias técnicas en un solo maquillaje?
¡Absolutamente! De hecho, es muy común combinar técnicas para lograr un look completo. Por ejemplo, puedes usar Baking debajo de los ojos, Contouring para definir pómulos y nariz, y Strobing en los puntos altos para añadir luminosidad. La clave está en la armonía y en no sobrecargar la piel.
¿Cuál es la técnica más fácil para principiantes?
El Strobing y el Draping suelen ser más sencillos de empezar, ya que implican menos productos y menos precisión que el Contouring o el Baking. El Whisking también es accesible para experimentar con productos existentes. Te recomendamos empezar con una o dos y ganar confianza antes de probar las demás.
¿Qué tipo de productos necesito para cada técnica (polvo, crema, líquido)?
Depende de tu tipo de piel y del acabado que prefieras. Los productos en crema o líquidos suelen dar un acabado más natural y jugoso, ideal para pieles secas o normales. Los productos en polvo son excelentes para sellar, controlar brillos y son más recomendables para pieles mixtas o grasas. Para Contouring y Strobing existen productos específicos en ambos formatos. Para Baking necesitas polvos traslúcidos. Para Draping, rubor en polvo o crema.
¿Cómo elijo el tono correcto para Contouring o Draping?
Para Contouring, busca tonos fríos o neutros, uno o dos tonos más oscuros que tu piel. Evita los tonos demasiado anaranjados, que parecen bronceador. Para Draping, elige tonos de rubor que complementen tu subtono de piel, pero la clave está en usar dos intensidades de la misma gama. Prueba en la piel para ver cómo se integran.
¿El Baking reseca la piel?
Si tienes la piel muy seca, usar demasiado polvo traslúcido o dejarlo actuar por mucho tiempo puede resecarla o marcar texturas. Asegúrate de hidratar muy bien la piel antes y usa una cantidad moderada de polvo si tu piel tiende a la sequedad.

Conclusión: ¡Atrévete a Experimentar!

Conocer estas técnicas de maquillaje te da un abanico de posibilidades para realzar tu belleza y adaptar tu look a cualquier situación. Desde cubrir esas pequeñas imperfecciones con el Baking, esculpir tus rasgos con el Contouring o el Draping, hasta añadir un toque de luz con el Strobing o crear tus propios productos con el Whisking, cada técnica tiene su magia.

Recuerda que el maquillaje es una forma de expresión artística y personal. No hay reglas estrictas, solo guías. Te animamos a practicar, a experimentar con estas técnicas y a encontrar las que mejor se adaptan a tu rostro, tu estilo y tus necesidades. ¡Diviértete en el proceso y descubre todo lo que puedes lograr con el poder del maquillaje!

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